Gallo con almendras y coscorrones de pan

Los gallos guisados tienen un sabor muy especial, pero hay que ser lo suficientemente astutos para que no te endiñen un gallo viejo; no sólo no dan la talla, ni el peso, sino que, para más INRI, te puede gastar una carga de leña para ponerlo tierno.
Elaboración:
Pelamos los ajos, los freímos en el aceite y cuando están dorados los sacamos del perol. En el mismo aceite freímos las almendras hasta que se doran y se sacan del perol. Es preciso esperar a que se enfríen para quitarles la piel. Igualmente freímos la rebaná de pan y la retiramos. Sofreímos el gallo a fuego fuerte hasta que esté bastante dorado y entonces le añadimos el vaso de vino y dejamos reducir destapado. Una vez reducido el vino, añadimos el laurel y el tomillo y cubrimos de agua. Dejamos hervir unos 25 o 30 minutos a fuego medio alto. Hacemos un majado con el pan, las almendras y los ajos, y se añade al gallo, y lo dejamos cocer a fuego bajo, para que no se pegue, durante otros 25 o 30 minutos. Al final se le añaden la sal y la pimienta. A la hora de servir, se puede acompañar con papas fritas.
Ingredientes:
- un gallo desplumado, limpio y troceado, pequeño
- una cabeza de ajos
- medio vaso mediano de aceite
- un vaso de vino manzanilla
- 60 gramos de almendras sin la cáscara
- una rebaná gruesa de pan moreno
- sal y pimienta
- laurel y tomillo