La confitería y el pan
Detrás de cada grano de trigo, de cada puñáo de harina, hay una vieja historia de labranza y siega, de trilla y molienda: cantos de siembra para que las estaciones fueran generosas y el verdor de las espigas se tornase en amarillos augurándoles una buena cosecha que recompensara el duro trabajo realizado.
Se arrebujan los pinos,
sienten temores,
pasan por el camino
los segaores.
La hoz en la cintura
ensangrentada
de cabezas de espigas
recién cortadas.
(Jarcha)
Vivencias que aquí se desmigan en palabras para dar buena cuenta de que el pan que las gentes de la sierra se llevaron a la boca se lo ganaron con el sudor de su frente.